Deje bajar antes de subir

Nunca he creído mucho en los psicólogos ni en los psiquiatras....pero una sola cosa me dijo que se me ha quedado pegada e la cabeza..debió haber tocado fondo en mi cabeza al encontrarse con la roca de mi locura y de mi sensorialidad, hipersensibilidad o algo así...
-Ahí no me puedo meter- dijo ella muy sentada y añadió: tu eres así porque eres artista...todo te resuena mucho mas, lo sientes y lo ves distinto...no puedo ir mas allá con eso.

Era extrañamente cierto...lamentablemente y dichosamente, con sus pro y sus contra, con el correr de los años me doy cuenta de lo frágil que uno puede ser, de que tanto la belleza como la fealdad las siento en su máxima expresión y en las notas más sutiles...a veces se trata de una suerte de previsualización de las situaciones con las gentes, la ira, el desapego, la frialdad o el cariño...se huelen a distancia, días antes, miradas atrás. Es increíble como se puede sentir , oler, oir y ver lo que ocurre con las personas...y bueno, la sensación de extrañeza que me está invadiendo por estos días es tremenda, ahora que tengo mi madriguera propia con vista al sur-poniente, ahora que se formó una distancia tan grande con mi querido amigo el "espejeado", son cosas muy buenas y esperadas y cosas muy malas y sorpresivas...la vida, tan suave y extrema a la vez..murió mi notebook, tenía un montón de historia en forma de música y fotografías que han quedado atrapadas...se siente extraño (pero es bueno experimentar el desapego de lo material). al parecer se trata de un cambio necesario, abruptisimo, extremo.
Hoy los colores son tristes...es amargo estar en el puerto de los amigos y ver como se alejan sus barcazas sin razón aparente, antes preguntaba, encaraba, pedía explicaciones; ahora no. no sé porqué...pero no lo hago más..para todo hay una razón, todo ocurre con un "qué" y es bueno respetar los tiempos del otro...es bueno el Gran Silencio, como respuesta, como compañero, como gurú, como consejero y como vivencia contemplativa...el Gran Silencio.
Tiempo para crecer y mirar dentro de uno...tiempo para estar fuera y caminar juntos, tiempo de reflexión y contemplación, de sumergirse en universos internos.
Se nota su ausencia, se nota su vacío, su color propio, su cielo y su música, las sorpresas que traerá las palabras que dulcificarán, la tibieza que me ayudará a anclar...